Sin un pelo de…
Vivir en zona Wixárica
Don Venustiano Vázquez, es el gobernador tradicional de Tuxpan de Bolaños, municipio que se
localiza en la zona huichol, en el norte de Jalisco, a donde se puede llegar a pie, a caballo y como
no, en camioneta, pero sólo 4x4 porque los caminos son muy difíciles, desde allá llegó a la ciudad
para escuchar a la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Jalisco.
Este organismo independiente, responsable de la vigilancia del respeto de los derechos humanos,
tiene además la tarea de ofrecer las condiciones para que ese grupo de mexicanos que viven en
esas latitudes goce de sus garantías, como lo establece la máxima ley, la Constitución.
Don Venustiano es un hombre fuerte, de piel morena, quemada al sol inclemente, su mirada
directa, su saludo fuerte, y su lenguaje propio, escuchó a los funcionarios de la CEDHJ sobre la
recomendación 31/2017 que se inició por la muerte de dos de sus paisanos, Miguel y Agustín
Vázquez Torres.
El primero había sido Presidente del Comisariado de Bienes Comunales de San Sebastián
Teponahuaxtlan y también fundador del Consejo Regional Wixarica por la Defensa de Wirikuta,
maestro de escuela y defensor de los derechos humanos en esa zona.
Tanto él, como su familia (él vivía) viven al filo del peligro, recientemente lograron recuperar 184
hectáreas, de dos mil que les tienen invadidas los ganaderos de Nayarit en la zona conocida como
Huajimic, municipio de La Yesca.
De nuevo regresamos a Don Venustiano, quien con rostro adusto escuchó las recomendaciones
que la comisión hizo a las autoridades del ayuntamiento de Bolaños, a quienes señaló de omisas
en el cumplimiento de su responsabilidad ya que con su ligereza propiciaron la muerte de los
hermanos.
En plática con los reporteros Don Venustiano expresa su temor por la presencia de grupos de
personas fuertemente armadas en la región y aunque expresa que no tiene miedo, si le preocupa
que la autoridad que debe de impedir que se cometan delitos federales y afecte a la comunidad
huichol, no hace nada. Es más, no está.
Le preguntan si quiere que vaya el Ejército y responde afirmativamente, al señalar que sólo ellos
pueden operar en los límites de Jalisco, Zacatecas, Nayarit y Durango por donde se extiende la
región Wixárica.
Tiene razón a pesar de que muchos de los expertos quieren ya encuartelados a los soldados, la
población que se encuentra sola, en la inmensidad de la sierra, alejados de la presencia de la
autoridad o con una autoridad negligente como los presidentes municipales de esa zona, un
gobierno que a veces acude a la región; el Ejercito Mexicano es la más adecuada opción de seguir
con vida.