Cristo o Cruz
Percepciones
Rubén Barrera Millán.
Hoy en día, cuando escuchamos el nombre de Jesús o Cristo, le asociamos de manera inmediata al símbolo de la cruz y a la religión. Pues para muchas religiones (católicas y evangélicas) es aceptado tal símbolo, como una identidad propia, y se les suele ver en la parte superior de sus templos o en su interior, o incluso en sus tumbas, bajo la interpretación de ser el momento en el que se expresa el sacrificio de Jesús para la salvación de la humanidad.
Antes del siglo III los seguidores de las palabras de los ya extintos apóstoles se identificaban entre ellos haciendo dos arcos con un cruce cercano en un extremo, lo que parecía la figura de un pez. Símbolo que al día de hoy algunos que se identifican con Jesús usan también, por la relación del pez con el mar y la profunda sabiduría y limpieza.
Ya después el emperador romano Constantino (fundador de la ahora Iglesia Católica Romana) en el año 313 por el Edicto de Milán legalizó e instauró como religión del reino las creencias ya muy degradadas de Jesús. Creencias ya con mezcla de tradiciones romanas que dio origen a una religión que ya no guardaba los principios enseñados en las predicas de Jesús el Cristo o sus Apóstoles.
Uno de los principales símbolos que aportó Constantino, fue el de la Cruz. Pues en un sueño vio este símbolo junto con las letras CRU (en griego) y la voz que le pedía poner este símbolo como amuleto o talismán en los escudos de sus soldados para salir a la batalla contra su cuñado (quien tenía el reino del Oeste), y haciendo así, salió victorioso y desde entonces este símbolo se añadió a la religión Romana. ¿Porque vería él este símbolo sin saber de Jesús en ese momento? Quizás por su relación con el símbolo de la T de Tamuz (un antiguo dios de los Caldeos) que era hermano de la diosa de la fertilidad. Debemos tener en cuenta que este símbolo de la cruz, es un símbolo muy anterior al tiempo en que vivió Cristo.
Ya después la religión de Constantino (católica) asoció el símbolo de la cruz (T) con la muerte de Jesús y con la enseñanza “El que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mi”.
Este es el fundamento que da sentido a que católicos, evangelistas y pentecostales usen y porten la cruz o incluso hasta que le adoren y se inclinen ante ella, o bien, que con su mano derecha toquen su frente su pecho y sus hombros para recordarle.
Solo la Iglesia la Luz del Mundo no reconoce este símbolo como representación de las enseñanzas de Cristo. ¿Por qué?
A parte del origen mundano y pagano de este símbolo, podemos ver las referencias que hacen los apóstoles en cuanto a la cruz. La cruz para ellos era la manifestación del sacrificio realizado por Jesús al negarse a sí mismo (…si es posible que pase de mí esta copa…), ese sacrificio de negación era el que sus seguidores deberían “tomar cada día”, nunca el símbolo del cruce de dos maderos como tal, que en esos momentos no tenía ningún significado pues en aquel tiempo la cruz era el instrumento de muerte de los criminales.
Por ello, jamás en la biblia podemos leer a alguien referirse a la cruz como “La Santa Cruz” (Expresión que es muy común escuchar en los católicos). En ningún pasaje podemos ver que algún apóstol enseñase a hacer cruces, o portarlas y menos aún, a adorarlas, nunca lo enseñaron.
Ellos comprendían perfectamente la connotación en el mandamiento de Jesús, al usar el verbo “tomar o llevar” nunca “portar”, pues al indicar llevar hace la relación al sufrimiento de negarse a los deseos carnales o a su propia voluntad, al sufrimiento de ser cristiano que, en el caso de Jesús, lo llevo a su muerte, y muerte de cruz, como lo escribiría el Apóstol San Pablo.
Adicional a esto, Jesús enseñó que solo a Dios se debe de adorar, y que no se requiere de ningún amuleto o talismán para portar o usar para recordar o adorar a Dios.
Sobra decir lo extraño que es entender que alguien que se dice seguidor de Cristo, tenga en sus templos una imagen del momento de mayor sufrimiento, de mayor pena, de tal oscuridad que llevó al mismo Cristo levantar su voz al Padre diciendo “¿Porque me has desamparado?”.
¿Qué mentalidad se necesita para incluso hacer artículos de metales o piedras preciosas de ese infame momento e instrumento con el cual Satanás, pensó que había triunfado sobre la misión de evangelización del Hijo de Dios?
Por ello en ningún templo de la Iglesia La Luz del Mundo se podrán ver ni cruces, ni santos, ni imágenes, pues no son necesarios para adorar al Dios todopoderoso.
Esta es otra marcada diferencia entre esta iglesia y los llamados evangélicos, pentecostales o sectas católicas.
Así que estimado lector, solo me queda preguntarte, tú en quien crees: ¿Cristo o Cruz?