Un tercero en discordia
Sin un pelo de…
Por Sergio Villa Pérez
El poder desgasta, fue la frase que prendió a Alfaro en la entrevista que le hicieron en una estación de radio y lo llevó a mostrar su estrategia para esta campaña 2018 rumbo a la gubernatura de Jalisco; pero que advierte todos los negativos que le podrán afectar por su paso en la alcaldía de Guadalajara.
De nueva cuenta es Guadalajara la joya de la corona, por lo que Almaguer, Del Toro, Delgadillo, y muchos otros nombres que ya se destaparon y buscan la candidatura de su partido a la presidencia de la principal capital del occidente del país, una ciudad que tiene algunas cualidades que se han preservado y que lo determinan como uno de los bastiones que le habrá de aportar votos a los candidatos a la presidencia de la república.
Pero luego de los acuerdos en los que se han visto claramente las ambiciones de poder de algunos de los hoy destapados candidatos a la presidencia de México y que han dejado a algunos damnificados como lo ha sido el Partido Acción Nacional de Jalisco con la impuesta alianza con el MC y PRD.
Al final de la lucha que se registró este fin de semana en el seno del Comité Estatal, encabezado por Miguel Ángel Monrraz Ibarra para detener el frente, en que Ricardo Anaya le impuso los acuerdos se pudo salvar algunas de las plazas importantes y en los que Movimiento Ciudadano se siente muy seguro.
Nada mas incierto, una de esas plazas: Guadalajara es donde más conflictos tiene MC con los sectores más representativos: comerciantes, calandrieros, colonos, empresarios, y sobre todo católicos.
Este sector ha sido minimizado por parte de MC al creer que las ofensas con el Programa Cultural no le afectará a los candidatos de ese partido, pero no tienen idea de la movilización que pueden generar en su contra, partiendo de la ofensa a la imagen de la patrona de México, la Virgen de Guadalupe y su uso en el adefesio urbano “Sincretismo”.
Aunque el comal y el jarro son del mismo barro, no son lo mismo, diría un dicharachero del pueblo jalisciense y ese adefesio será el punto que desequilibre la posibilidad de que Ismael del Toro alcance la presidencia de Guadalajara y algo le puede impactar a la campaña de Enrique Alfaro.
Esto abre la posibilidad a que el PAN lleve a esa contienda un candidato fresco, nuevo, con imagen que le dé la posibilidad de ganar frente a los desgastes de los actuales precandidatos; Fernando Garza, que regresa del PRD; Fernando Guzmán, víctima de Emilio González en la pasada elección estatal y un joven que se ve limpio y sin compromisos: César Iñiguez.
César Iñiguez es un joven político panista que tiene buenas relaciones con los líderes de la Universidad de Guadalajara, nació en el Federación de Estudiantes Universitarios y podría ser el mejor abanderado de un panista que ha sido humillado por la dirigencia nacional, pero que se defendió para impedir ser avasallado por el alfarismo que aún cree que puede refundar la Nueva Galicia.