Apagaron otro Ayotzinapa

Sin un pelo de…
Por Sergio Villa Pérez
El Secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida salvo a Jalisco, su gobernador y de paso a su Fiscal general al entrarle a la investigación de los desaparecidos, pero más específicamente a la de los estudiantes de la Universidad de Medios Audiovisuales (CAAV) con lo que detuvo lo que podría haber sido otro Ayotzinapa.
La negligencia con la que actuaron el gobierno de Jalisco y su Fiscalía general; el tiempo que avanzó inexorablemente y la ausencia de experiencia de investigación estuvo por llevar a Jalisco a las condiciones en las que Guerrero incubó el caso de los estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos.
La lentitud de reacción de las autoridades federales la presencia del crimen organizado y sus operadores desde los Estados Unidos llevaron a este país a posicionarlo como un país que hace agua por todos lados; sobre todo en el respeto a los Derechos humanos tal como lo documentó el Alto Comisionado de Derechos humanos de la Organización de Naciones Unidas en su informe.
En Jalisco observamos un gobierno indolente que dejó avanzar el tiempo; que no le puso interés a la búsqueda de los desaparecidos y que exacerbó el dolor de las familias que veían pasar las horas, los días, las semanas, los meses y no había respuestas.
Jorge Aristóteles Sandoval despertó de su letargo por la presión de la campaña de un candidato oficial que se apagaba y con ello la intensión presidencial de dar continuismo a los intereses del grupo en el poder, que definitivamente no eran los suyos desde hace tiempo.
En ese despertar de su letargo cayó en la trampa fácil, posiblemente asesorado por su Director de Comunicación Social, de victimizar a las víctimas y se puso a declarar en el caso del estudiante de Medicina que había sido un suicidio, lo que le fue fuertemente combatido por las voces de familiares de desaparecidos y dejó de tener credibilidad.
La investigación de los estudiantes de cine iba por el mismo camino; lo que alertó a las autoridades federales, luego de la inclusión en el tema de los estudiantes de la Universidad de Guadalajara y de su líder Jesús Medina que advierte la presencia de Raúl Padilla en la campaña de Ricardo Anaya.
Así es como desde la Ciudad de México a donde llevaron las protestas para desestimar la investigación de la Fiscalía general se les dio una respuesta, en el momento en que ya los desaparecidos de Tonalá daban como otro Ayotzinapa.