La virginidad de las monjas ya no es necesaria
California, EU a 16 de julio de 2018.-Las vírgenes consagradas han expresado su conmoción e indignación después de que un documento del Vaticano sugiriera que la virginidad física no es un requisito previo para convertirse en la así llamada "novia de Cristo".
La sorprendente revelación se incluyó en un documento de orientación detallado sobre la virginidad consagrada, publicado por el Vaticano a principios de este mes, previo solicitudes de obispos que informaron que un número creciente de mujeres habían sido llamadas a la vocación.
Una virgen consagrada es una mujer que nunca se ha casado, que promete la virginidad perpetua y dedica su vida a Dios.
A diferencia de una monja, las mujeres no viven en una comunidad y se espera que se las arreglen por sí mismas.
Hay aproximadamente 5,000 vírgenes consagradas en al menos 42 países, alrededor de 250 vírgenes consagradas viven en los Estados Unidos.
Sin embargo, el documento tan esperado ha dejado a muchas de las mujeres, que hicieron un compromiso de por vida de preservar su virginidad en nombre de Cristo, estupefactas.
Una nueva cláusula, numerada 88, sugiere que en realidad no es necesario que una mujer, considerando convertirse en una "novia de Cristo" sea físicamente "pura" y le corresponde al individuo usar su "buen juicio" para discernir su idoneidad para su vocación.
En un comunicado, la Asociación de vírgenes consagradas de Estados Unidos dijo que las instrucciones del Vaticano eran "impactantes" y "profundamente decepcionantes".
"Toda la tradición de la Iglesia ha sostenido firmemente que una mujer debe haber recibido el don de la virginidad, es decir, material y formal (física y espiritual), para recibir la consagración de las vírgenes", dice la declaración.
Judith Stegman, presidenta de la Asociación Estadounidense de Vírgenes Consagradas, insistió en que la virginidad es un requisito mínimo para la consagración y no cambia "con la emisión de esta Instrucción". El grupo también calificó la guía como "intencionalmente intrincada y confusa".
La Consagración de una Virgen es uno de los sacramentales más antiguos de la Iglesia, que data del año 353. En los primeros tres siglos, un gran número de vírgenes consagradas sufrieron martirio para permanecer fieles al Señor.
El nuevo rito de la consagración de las vírgenes que viven en el mundo, publicado el 31 de mayo de 1970, fue reconocido formalmente por el Concilio Vaticano II y se explica en el Canon 604 del Código de Derecho Canónico de 1982.