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Un gobierno cicatero


Por Luis Octavio Cotero Bernal

​Al igual que un padre de familia tiene el deber de proporcionar a su estirpe vestido, sustento, seguridad, educación, etcétera, etcétera, cuando no lo hace, desde luego que se le considera un hombre ruin, vil, mezquino, miserable, resulta equivalente el proceder de nuestros gobiernos, ante tanta falta y carencias en el otorgamiento de cualesquier servicio a su ciudadanía, la cual permanece callada soportando tal abandono.

​Seguiré en el mismo tenor de las columnas anteriores, aunque ahora sin que haya dado motivo la violencia, como en la semana pasada, a sabiendas de que poco o nada le interesa a las autoridades, una manifestación de este tipo, pues solo el reclamo que se hace mediante la violencia y la destrucción o el daño, como sucedió hace poco más de una semana, donde las autoridades, demostraron su enojo y molestia, pero lo más triste y lamentable, su ineficiencia e incapacidad para enfrentar una manifestación de esa naturaleza, a grado tal de exhibirse como totalmente unos desconocedores o ignorantes para abordar una manifestación como la que se dio, pero además del derecho, aunado a la sistémica ausencia y carencia de una institución capaz y eficiente de garantizarle al mismo estado la seguridad en su patrimonio como en sus instituciones.

​Considero inaceptable el claudicar ante esta lamentable realidad que vivimos en nuestro país y en el estado, ya que el mal de muchos no nos debe consolar, -como dice el refrán-, eso es de tontos, -aunque resulta todo esto-, luchar contra los molinos de viento; es obligado el no cesar en esta batalla de exigir a las autoridades el cumplimiento de su deber, como cuando una madre demanda al padre de sus hijos por irresponsable, así es como resulta el actuar de nuestras autoridades, ante lo que es indiscutible en nuestra sociedad, ya que vivimos en pleno abandono, tanto de la salud como de la seguridad pública y la justicia, que como el padre vil y mezquino, ni tan siquiera toca el tema, igual nuestras potestades, nada mencionan sobre las muertes violentas, desapariciones y demás delitos que a diario se comenten en nuestra entidad, que día con día se incrementan y sin exista quien dé una respuesta, lo que afirmo absolutamente, toda vez de que, la Secretaria de Seguridad Publica, ni tan siquiera cuenta con una ley orgánica, la cual es indispensable para pretender tan siquiera dar algún resultado positivo en su función de prevención del delito, es decir, carece de toda organización para emprender, de ahí los nulos resultados a la ciudadanía y lo estéril y ocioso de su existencia.

​Asimismo, la Fiscalía General del Estado, hoy por hoy, una de las instituciones más desvencijadas en todos los sentidos, -que da pena acudir a los hornos crematorios de sus instalaciones-, donde el pobre y precario personal que ahí labora, tiene que soportar la inclemencia del clima y el espacio tan reducido en que tratan de hacer su trabajo, ya no digamos que cuentan con los recursos humanos y materiales suficientes para dar resultados de tan importante y trascendente labor, que debería realizar día con día, todas las horas del día y por todos los rumos y partes del estado, sin escatimar ningún recurso de ninguna especie, antes que cualquier otro servicio público, se requiera satisfacer en todos los ámbitos a esta institución, ya que es fundamental para un pleno desarrollo, la debida procuración y administración de justicia oportuna y plena.

​A mis dos amigos lectores les doy las gracias por distraer su atención en leer mis necedades, pero creo que coincidimos en el propósito de cambiar esta realidad y legar a los que nos preceden un mejor estado de cosas.

DOCTOR LUIS OCTAVIO COTERO BERNAL.

locb15@hotmail.com

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