La 4T teme perder el poder
Por Salvador Mateo, vocero del Movimiento Antorchista en Jalisco
No es por la pandemia el fracaso del gobierno morenista, como pretenden justificar el presidente Andrés Manuel López Obrador y sus incondicionales. Ellos saben que le han dado la espalda al pueblo de México no nada más en esta contingencia sanitaria por el Covid-19 sino, además de que lo han dejado sólo para que afronte las consecuencias de la crisis sanitaria, económica y social que trajo consigo el mortal virus; le han conculcado sus derechos básicos para su participación política como los de reunión, organización, petición y protesta pública. Ya no hay lugar a duda de que estas son las causas de la caída de la popularidad de AMLO y las sobradas razones por las que la 4T teme perder el poder.
En diversos medios de comunicación, abundan opiniones de destacados articulistas basados en estadísticas oficiales y de organismos nacionales e internacionales quienes sostienen que, es justamente por lo que está haciendo el mandatario federal, la causa de fondo de que ahora los morenistas se estén preparando para retener en sus manos el poder de la nación, a como dé lugar, en el proceso electoral del 2021, recurriendo a vulgares estrategias electorales, entre ellas la del presidente López Obrador quien, violando la Constitución Política esta entrometido en cuestiones electorales en plena pandemia.
Es innegable que varios líderes de opinión coinciden que la 4T es un nuevo neoliberalismo maquillado de gobierno al servicio de los pobres, sometido servilmente a las exigencias del amigo de López Obrador, Donald Trump. Los analistas, han señalado que una estrategia económica improvisada como la “Nueva Normalidad” que obliga a los pobres a salir a la calle a trabajar con el riesgo de infectarse de covid-19, evidencia a un presidente que ha optado por la actitud del conservadurismo más duro “sálvate a ti mismo porque el Gobierno no te va a ayudar”. Con estos señalamientos AMLO se queja amargamente de ser el presidente más atacado y amenaza abiertamente a los columnistas que lo “atacan” que está buscando la forma para que los articulistas paguen por los ataques que hacen en su contra.
Desde mi modesto punto de vista, las amenazas del mandatario federal pueden ser una más de sus estrategias electorales a las viene recurriendo la de hacerse la “victima” pero, también existe la posibilidad de que llegue a tomar medidas represivas contra la libertad de expresión. De cual forma considero que los mexicanos que amamos a nuestra patria y queremos un futuro mejor, es nuestra obligación repudiar e indignarnos ante cualquiera de las pretensiones de López Obrador de coartar cualquiera de nuestras libertades. Al mismo tiempo, nos debe quedar claro que cualquier acción represiva gubernamental, el pueblo encontrará las formas y los mecanismos para manifestar su inconformidad y pueden llegar a ser radicales.
A AMLO, no tenemos que agradecerle el hecho de que su gobierno, hasta el momento, diga que tolera la crítica y no censura, ya que el derecho de expresar lo que pensamos y compartir con otras personas, por cualquier vía, nuestras ideas y reflexiones es un Derecho consagrado en nuestra Constitución Política y forma parte de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
El mandatario nacional se niega también a ver los nulos resultados de su administración en todos los campos. No cambia ni cambiará su discurso impulsivo y polarizante carente de todo sustento. Con razón, la mayoría de las evaluaciones sobre esta llamada 4T son, al igual que su popularidad, van a la baja y es fácil prever que así seguirán. Por lo que no debe quedar duda que el temor de Morena de perder el poder irá en aumento, pues es conocida la personalidad de López Obrador de reconocer errores y esta falta de autocrítica lo incapacita para corregirlos y recobrar lo perdido en menos de 2 años que lleva en el cargo.
Al pueblo de México le urge quitarse la soga de la 4T que lo asfixia cada día más y más. Sin embargo, las fuerzas progresistas de este país no deben atenerse nada más en el fracaso del gobierno morenista ya que, con tal de retener el poder de la Presidencia de la Republica en sus manos a como dé lugar, los morenistas están dispuestos a recurrir a todo tipo de artimañas electorales. Por lo que urge trazar un plan para ganarse al pueblo que está siendo engañado por este gobierno de falsa izquierda y construir una gran alianza entre todos los sectores, incluido el empresarial, para ganar las próximas elecciones, en forma aplastante, que pueda garantizar la defensa de la victoria contra todo intento de fraude.