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46 años bajo fuego enemigo


Por: Eduardo Campos Flores, Dirigente del Movimiento Antorchista en Jalisco

Seguramente millones de mexicanos, entre ellos los 30 millones que votaron por Andrés Manuel López Obrador pudieron ver por diversos medios, los videoescándalos que según algunos comunicadores llegaron a sacudir a la clase política en México, ya que algunos Senadores de Morena, el hermano incómodo de AMLO y varios encargados del despacho del gobierno morenista fueron exhibidos en presuntos actos de corrupción. Esta fue una de las semanas más oscuras para los morenistas y toda la clase política mexicana, pues una serie de videos en los que reciben dinero o supuestamente condicionan las ayudas sociales por favores políticos.

De acuerdo con la opinión de articulistas serios, las grabaciones golpean al Presidente de la 4T López Obrador quien está apostando que las declaraciones de Emilio Lozoya contra los expresidentes, secretarios de estado y líderes políticos, le devuelvan credibilidad y con ello recuperar su popularidad que va en caída libre. Pero su estrategia se convirtió en un arma en su contra a una velocidad inusitada.

En una de sus conferencias matutinas, AMLO estuvo descolocado, errático y desatinado, más parecido a un “Layín” en el púlpito presidencial (el alcalde de San Blas, Nayarit, que admitió haber robado, pero poquito). El mandatario federal lucía golpeado y no es para menos, en otras circunstancias, sabe o le advirtieron que estaría en una situación política muy delicada, fue exhibido con las manos en la masa y en lugar de sus desgastados autoelogios tuvo que anteponer los videos de su hermano, justificando que es poco el dinero que le fue entregado y para él no es corrupción, sino, una “aportación”.

En medio de la inmundicia de escándalos de corrupción que salpican a los más encumbrados y castos morenistas entre los que se encuentran, en primer lugar el gobernador poblano, Luis Miguel Barbosa Huerta, con el pleno conocimiento y la plena autorización del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) Santiago Nieto a solicitud del Gobierno del Estado de Puebla, ha ejecutado un congelamiento de cuentas bancarias de actividades financieras y de algunos dirigentes del Movimiento Antorchista, acusándolos, sin prueba alguna de recibir recursos de procedencia ilícita.

Pero, empezando por Miguel Barbosa Huerta; el verdugo de López Obrador, Santiago Nieto y su patrón, se equivocan al creer que todos somos de su condición. Los Antorchistas durante 46 años hemos luchado bajo fuego enemigo y ante la sucia campaña de los morenistas que busca reprimirnos para eliminarnos del escenario nacional, en lugar de salir a dar justificaciones, pedir clemencia o avergonzarnos hoy, como desde el primer día de nuestro nacimiento como organización social, se están exigiendo pruebas de las acusaciones de nuestros enemigos gratuitos.

Los ataques de los que está siendo objeto el Movimiento Antorchista Nacional, no son nuevos, incluso muchos han sido peores. La diferencia es que ahora están siendo orquestados desde altos niveles del gobierno, desde Palacio Nacional, una nueva circunstancia que sabíamos perfectamente bien que tenía que llegar tarde o temprano, pues nuestra lucha por una patria nueva es seria y verdadera, no somos falsos redentores del pueblo. Aún a costa de nuestras vidas, estamos dispuestos a alcanzar la victoria, la liberación total y definitiva del pueblo de México. A Barbosa y sus padrinos políticos, les decimos que somos miles y miles, tal vez ya millones de mexicanos los que ante cualquier agresión de algún Antorchista daremos la vida en caso de ser necesario para que se respete su integridad física y moral.

México no puede estar condenado a elegir entre los corruptos de antes y los corruptos de ahora. Ante el envilecimiento y decadencia de Morena y de su jefe e ideólogo López Obrador, ha llegado el momento de llamar masivamente a los afectados por las políticas equivocadas del gobierno de la 4T, a sumarnos en un frente común para repudiar sus acciones represivas, de carácter fascista y a través del voto masivo arrebatarles el poder en las próximas elecciones. Los rabiosos ataques de los morenistas en contra de la única Organización Popular de México, contrario a sus pretensiones, están abonando las ansias de libertad del pueblo oprimido. Aprovechémoslas.

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