La realidad le grita a la soberbia
Por Salvador Mateo, vocero del Movimiento Antorchista en Jalisco
Comentaristas serios aseveran que como resultado de la crisis global de salud y economía, así como de los desatinos del gobierno, durante los últimos meses, las perspectivas para el presidente Andrés Manuel López Obrador y su partido Morena se deterioraron sustancialmente. Ahora se prevé una contracción económica cercana a 10%, acompañada con una pérdida de miles y miles de empleos. Las críticas de la comunidad internacional se multiplicaron, se tornaron más incisivas y adquirieron un tono hasta burlón, de AMLO y su administración. La falta de credibilidad en las estadísticas y en la efectividad de las acciones contra la pandemia ha arrojado casi 100 mil muertos y casi un millón de contagiados.
Los expertos señalan que debido a esta terrible realidad, los recortes al Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2021 obedecen a la necesidad creciente de recursos para financiar los proyectos emblemáticos del presidente, entre ellos, el Tren Maya, el aeropuerto de Santa Lucía, entre otros, y sus programas asistencialistas a la población vulnerable, con los que López Obrador y los morenistas, buscan asegurarse su apoyo y su voto en el próximo proceso electoral.
AMLO ha venido revistiendo de legalidad lo que es un asalto a las arcas públicas. Ya logró apropiarse, a través de los legisladores de Morena, 300 mil millones de pesos de 109 fideicomisos y 33 mil millones del fondo para atender enfermedades como el cáncer conocido como Fondo de Protección contra Gastos Catastróficos. Ha venido haciendo recortes constantes al gasto en aras de la austeridad y el ahorro sin tener que rendir cuentas a nadie. Y ahora, también quiere irse sobre el dinero que corresponde a los estados y municipios. Por eso, diez gobernadores decidieron formar un dique de contención contra el abuso de poder del Presidente de la República.
Nunca antes en la historia de México, un grupo de mandatarios locales había tenido necesidad de agruparse para denunciar a un mandatario federal que reforma la ley para imponer sus intereses personales y de grupo. Los gobernadores de la Alianza Federalista acusan al Presidente de tener una visión centralista, de insultar y de no escuchar a los estados, pero sobre todo lo que hay en el fondo de la rebelión es lo que dijo Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco: “Nos quita lo que nos pertenece”. O como también señaló Cabeza de Vaca de Tamaulipas: “Se trata del agandalle de la lana”.
Detrás del recorte histórico a los recursos de los estados hay la intención de asfixiar al federalismo para imponer un modelo presidencialista autoritario donde los gobernadores y presidentes municipales queden políticamente reducidos a la nada. Cobra entonces sentido la frase de Enrique Alfaro: “Es momento de levantar la voz ante los atropellos cotidianos de una exacerbada visión centralista que borra las agendas locales”.
La verdadera intención de López Obrador es acabar con el federalismo. Reformar el artículo 40 de la Constitución para que la República deje de ser federal y convertirla en una república donde el único que manda es el Presidente. Al mandatario federal le estorba la soberanía de los estados y municipios, los gobernadores y alcaldes. AMLO anda detrás de una nueva forma de ejercer el poder, sin intermediarios. Quita recursos a gobernadores para entregarlos él directamente y hacer que la gente lo reconozca como único líder. El país nunca había escuchado a diez gobernadores llamar autoritario, arbitrario, abusivo, divisionista, sordo, mentiroso y tirano a un Presidente de la República. Desde mi modesto punto de vista, considero que tienen la razón, pues la verdad es que ha llegado la hora de llamar a las cosas por su nombre.
La realidad le grita a la soberbia. Los puntos que plantea la Alianza Federalista son acertados ya que, los recortes abusivos de Morena al PEF 2021 afectarán a millones de mexicanos. Se verá afectado el desarrollo de municipios y estados del país, al dejar sin recursos actividades esenciales como seguridad pública, salud, obras prioritarias, centros deportivos, entre otros rubros. Esta terrible realidad ha prendido las alarmas en el país, es un grito para que el presidente López Obrador deje su soberbia y tienda puentes de dialogo con soluciones con todos los afectados.
A estas alturas se ve lejana la posibilidad de que el gobierno de la 4T corrija el rumbo, pues es conocido por los mexicanos que el presidente se cree iluminado por un poder superior, dueño de la verdad absoluta y por eso exige obediencia ciega a sus discípulos. Por lo mismo persigue y combate a todo aquel que considera un obstáculo serio para sus designios. En este sentido queda claro que la medida de centralizar y profundizar los recortes busca cortar a estados y municipios cualquier posibilidad de crecer y desarrollarse con independencia del poder presidencial, y para eso es necesario dejarlos sin dinero y libertad de iniciativa.
Por lo que hoy más que nunca, los que deseamos una patria más justa en beneficio de todos, es necesario que sigamos firmes denunciando las malas acciones del gobierno morenista exigiendo que atienda y resuelva los problemas de la gente. Debemos tener la confianza que el tiempo se encargará de desenmascarar a los morenistas quienes solo les interesa el poder por el poder y por eso se aprestan a asegurar el voto popular, comprando conciencias a través de las transferencias monetarias directas, dejando sin presupuesto rubros tan importantes para el desarrollo del país. Es por eso que hacemos un llamado a la opinión pública de México a pensar y reflexionar muy bien sobre cómo debemos actuar en las próximas elecciones.