4t profundiza dependencia con Estados Unidos de Norteamericana
Por Eduardo Campos Flores, Dirigente del Movimiento Antorchista en Jalisco
En territorio mexicano despertó una expectativa las elecciones en Estados Unidos, ya que el interés de los mexicanos por el reciente proceso norteamericano radica en que Joe Biden del Partido Demócrata, el ganador de esta contienda, haga cambios en la relación bilateral, en materias como políticas de drogas, respeto a las leyes de la inversión extranjera, en especial el tema de petróleo y electricidad e incluso buscando sacar al presidente López Obrador del gobierno, quien ha mostrado cercanía con la gestión de Donald Trump. Otro sector que espera cambios sustanciales en temas torales que conciernen a México, entre ellos la política migratoria agresiva contra los mexicanos y contra todos los pobres de América Latina que buscan asilo en la nación americana.
No obstante a estas alturas abundan opiniones en el sentido de que los resultados de las elecciones en los Estados Unidos, asegurando que Biden no tiene entre sus prioridades pasarle una factura muy grande al presidente mexicano por haber apoyado a Trump, es decir, AMLO no tiene nada que temer. Sin embargo, los líderes de opinión consideran que los resultados de los comicios en territorio estadounidense serán una pauta para que López Obrador redoble su estrategia que lo llevó al poder, no para ajustarla. En el caso de México habrá comicios en el 2021, en los que se elegirá a 500 diputados federales de las 65 legislaturas, 15 gubernaturas, 1,063 diputados de 30 congresos locales y 1,926 ayuntamientos en 30 estados. De cara a dicho proceso, Andrés Manuel López Obrador no cuenta con mejores niveles de popularidad que su homólogo estadounidense, Donal Trump.
Uno de los puntos en común entre el mandatario de Estados Unidos y el de México está en el manejo de la pandemia por coronavirus: minimizando la peligrosidad, despreciando a la ciencia, rechazando el cubrebocas, inventando tratamientos, y han causado miles de muertos y colocando a los países entre los tres peores del mundo. En el caso de Estados Unidos se reportan más de 9.5 millones de casos positivos, que lo coloca como la nación con más diagnósticos acumulados, y aproximadamente 250 mil decesos, según algunos medios de comunicación. México acumula casi un millón de casos confirmados y alrededor de 100 mil defunciones.
Tanto Estados Unidos como México se ubican entre las cinco naciones en donde más personas han muerto a consecuencia del coronavirus. Además, ambos presidentes enfrentan señalamientos sobre actos de corrupción en sus respectivas familias, de sus agendas han quedado fuera los temas relacionados con el medio ambiente, gobiernan atizando la polarización, insultan cotidianamente desde la máxima tribuna del poder que acosan cualquier pensamiento diferente, atacan a la prensa por sistema y que mienten sin control. La llamada 4T marcha a ciegas con Estados Unidos ante este contexto los dos mandatarios también enfrentan una triple crisis.
El propio Joe Biden, como candidato y ahora como ganador, no se ha pronunciado por revertir las políticas impulsadas por Donald Trump para con México, con lo cual es claramente predecible que no habrá cambios sustanciales en la relación bilateral. Biden fue vicepresidente en la administración de Barack Obama, donde crecieron exponencialmente las deportaciones de mexicanos. Pero sobre todo, debemos recordar que hay una larga historia de dependencia económica, política, militar y diplomática signada por la imposición de las políticas anti migratorias desplegadas durante las últimas décadas de demócratas y republicanos, una realidad que fue acatada por los gobiernos previos, pero cuya continuidad está siendo profundizada por la 4T por su total entreguismo y sumisión al imperialismo norteamericano.
Un trato equitativo con Estados Unidos exige de medidas concretas para garantizar nuestra independencia económica, lo que implica impulsar un proyecto de país que logre un crecimiento económico vigoroso y reparta la riqueza, con el consecuente fortalecimiento del mercado interno. Esta ruta no es la que busca el gobierno del presidente, Andrés Manuel López Obrador por la relación que ha mantenido con la administración de Donald Trump, sin embargo, es una exigencia de la realidad nacional que debe ser tomada en cuenta a la brevedad, antes de que nuestro rezago frente al mundo desarrollado se torne irreversible. De no haber cambios, México seguirá perdiendo soberanía, profundizando la dependencia hacia Estados Unidos y empobreciendo a la población, en plena 4T.
Por lo que es urgente y necesario que los mexicanos impulsemos un proyecto político que haga de México un país rico, productivo, equilibrado en el bienestar de todos, con educación, bien alimentado, sano, fuerte y orgulloso de sí mismo, si se aspira a tratar en pie de igualdad con Estados Unidos y con el mundo entero, la igualdad es un hecho real que se construye con esfuerzo, trabajo e inteligencia bien cultivada, no un concepto puro que puede imponerse entre desiguales con la pura transformación de la conciencia social del más poderoso. Adelante, un mundo mejor es posible.