Inundaciones, corrupción del pasado, ineptitud de la 4T
Por Salvador Mateo, Salvador Mateo, vocero del Movimiento Antorchista en Jalisco
Para los mexicanos de conciencia limpia, no es posible quedarnos impasibles ante las estremecedoras imágenes de las inundaciones que están sufriendo nuestros hermanos del Estado de Tabasco que circulan en redes sociales y en diferentes medios de comunicación. Es imposible contener la indignación por la respuesta que están dando las autoridades a las familias que perdieron todo y necesitan apoyo gubernamental para afrontar los destrozos de la furia de la naturaleza. Se trata a todas luces de gente humilde que por su situación de pobreza y no por corrupción, se ve obligada a vivir en zonas de riesgo a costa de su vida, como los que se puede encontrar en muchos puntos del país.
Es seguro que a muchos ciudadanos no les quedaron ganas de aplaudir el llamado tardío del Presidente Andrés Manuel López Obrador que hizo a sus paisanos a refugiarse en albergues porque la situación empeorará, pues están creciendo los ríos y sigue lloviendo. Les pidió que se mantengan informados y, por precaución, si viven en zonas bajas, mejor busquen refugios en albergues o con familiares que tengan casas en partes altas. Como se sabe a esas alturas ya había cuantiosas pérdidas materiales incluso vidas humanas. Conociendo la falta de sensibilidad de AMLO hacia las necesidades del pueblo, se puede asegurar que la promesa de AMLO de ayudar a reponer, a los afectados lo material como muebles, viviendas y otros bienes nunca llegará.
El presidente López Obrador como es su costumbre para deslindarse de los problemas que se le presentan en su administración, culpa a gobiernos pasados y a la corrupción por las inundaciones que se están presentando en su tierra natal. Asevera que esto sucede porque desde hace muchos años no hay programas para desazolvar los ríos, hay tapones que impiden que el agua pueda fluir. Porque no se han hecho obras de desazolve. No se han hecho bordos, la corrupción también permitió que construyeran en zonas bajas. Desde mi modesto punto de vista esta justificación ya no es válida, pues AMLO está a unos días de entrar a su tercer año de gobierno. Por lo que se puede afirmar que las inundaciones si se deben a la corrupción del pasado, ahora sin lugar a duda son por ineptitud de la 4T.
Las evidencias de la incapacidad, incompetencia del gobierno de Morena para enfrentar desastres naturales, son inocultables el ejecutivo federal, aparte de enviar al ejército y Protección Civil a destiempo, se dedicó a saquear, a través de los diputados federales y senadores morenistas todo el dinero destinado para atender este tipo de tragedias, mediante la desaparición de 109 fideicomisos entre ellos el Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden) que servía precisamente para atenuarlas. Es del conocimiento de la opinión pública nacional e incluso internacional que el destino de esos recursos será para impulsar los programas asistencialistas de entrega de dinero, y sus proyectos emblemáticos como el Tren Maya, la refinería Dos Bocas y el aeropuerto de Santa Lucía, que siguen devorando el presupuesto del gobierno a pesar de tratarse de obras que, en opinión de los expertos, son tan costosas como inviables.
Hoy ante los señalamientos, AMLO recurre a su desgastada estrategia de culpar al pasado de todos los desaciertos de su gobierno. Tras las inundaciones en 2007 en Tabasco, que dejaron a Villahermosa bajo el agua, el entonces opositor Andrés Manuel López Obrador responsabilizó a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de operar de manera deficiente las presas. En plena 4T, López Obrador deslinda a la CFE de las inundaciones de Tabasco. El mandatario federal dijo que las anegaciones se deben a la corrupción y a la falta de desazolve en los ríos, pese a que el mismo gobernador, Adán Augusto López, señaló irresponsabilidad e insensibilidad de CFE al operar la extracción de agua en la presa Peñitas.
Para nadie es un secreto que el actual jefe del Ejecutivo Federal es un personaje que ha concentrado en su persona el poder y en consecuencia todas decisiones del gobierno quien, además tiene un total desprecio al conocimiento científico, a las recomendaciones de expertos en diversos temas entre ellos de los fenómenos meteorológicos. Especialistas señalan que las amenazas que en el pasado eran estacionales y bastante predecibles, como periodos de sequías y lluvias, hoy se están volviendo cada vez más impredecibles. Por eso, de cara al futuro, los asentamientos deberán analizar los patrones históricos de desastres, pero también estarán obligadas a aprender de las experiencias de otras ciudades para desarrollar soluciones más creativas ante nuevas amenazas. Esto indica que las tragedias por inundaciones, no se pueden atribuir totalmente a la furia de la naturaleza, sino a la ineptitud de la 4T.
La pandemia que no se ha podido domar, los huracanes y tormentas, han venido a demostrar que este gobierno morenista, es capaz de hacer a un lado las necesidades de la gente aun en las situaciones más difíciles. La naturaleza hace ver a quienes no quieren ver la realidad y enseña en cuestión de horas a los marginados y olvidados de este país que si quieren transformar la realidad en beneficio de todos los miembros de esta sociedad, no será a través de Morena y sus aliados, sino mediante la unión, la solidaridad y la lucha del pueblo trabajador para de una vez por todas tomar el destino en sus manos y construir un futuro mejor.