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Y si platicamos…


Por Francisco Junco

Don Enrique Valdez Orejas, un hombre de que rebasa los 70 años, es alguien con el que se pueden conversar diversos temas, los asuntos políticos le apasionan más, la política actual. Que si el referéndum, que si el Frente Amplio o Frente Ciudadano, lo que sea; también los deportes, chiva de corazón, aunque reconoce que no andan en su mejor momento, en fin cualquier tema se puede abordad con él.

Pero, no siempre fue así, antes sólo se le veía en las calles, en los jardines públicos. Solo. Eso sí, siempre con un periódico que leía y releía durante el día. Enrique es uno de esos que vivían solos en su casa, que a decir de los datos de INEGI uno de cada 10 adultos mayores en México vive solos en su casa, es decir abandonados.

El pasado 28 de agosto, en México y en muchas partes del planeta tierra se festeja a los abuelos, a los adultos mayores, la pregunta es si tenemos realmente algo que festejar, en realidad los estamos venerando, les estamos dando su lugar y autoridad, como en antaño. Realmente honramos este periodo en donde debería descansar y disfrutar de su vejes. Creo que no, creo que no lo estamos haciendo como sociedad, y las cifras que da a conocer el INEGI, nos revela la cruel respuesta, muchos adultos mayores se ven obligados a trabajar, ya sea por el poco ingreso que tienen como pensionados, o por que poco a poco la sociedad los ha convertido en los responsables del cuidado de los nietos, ya que la madre o padre tienen que salir a trabajar.

Por ejemplo, la dependencia federal de llevar el registro de la población, señala que en nuestro estado, Jalisco más de 9 por ciento de la población son adultos mayores, es decir, más de 800 mil personas son ancianos; cifras oficiales apuntan que cada mes se registra el abandono de uno o dos adultos mayores en los centros de salud. ¡Ouch¡ ¡duele! verdad?

Pero así como Enrique Valdez, estas cifras no sólo son números, son personas que tiene un nombre y apellido, que tienen una historia, muchas historias y muchas gentes a su alrededor que las han abandonado y que por una u otra razón ahora están en condición de pobreza, que a pesar de lo que hicieron hoy tiene pocas posibilidades de manutención y tristemente muchas de ellas son maltratados por sus familiares y abandonados.

Sin embargo, no todos tienen la posibilidad de encontrar un lugar donde sean acogidos, donde sean recibidos como en su hogar, donde junto con otras personas, con sus mismas características, se encuentran para acompañarse, para platicar, como don Enrique lo encontró.

En una ocasión don Enrique comentó “soy un hombre mayor, y sé que muchos de la gente cercana que estuvieron a mi lado, me han olvidado. Hay quienes ya fallecieron, algunos por enfermedad, algunos se fueron mucho antes, pero esos con quienes solías compartir ideas, política, que reías con ellos, ya no están. La vida va cambiando y te das cuenta que te vas quedando solo, solo. Ya no te escuchan los jóvenes, se les haces obsoleto, te dan la espalda. Ya eres viejo. Y los días se vuelven muy rutinarios”.

Esta historia como la de muchos ancianos, pueden cambiar, pueden ser diferentes, ahora que todo mundo habla de conflictos, de calamidades que ocurren en el mundo, la inseguridad que pasa en nuestras ciudades, en nuestros espacios, podemos hacer una pausa, podemos detenernos un poco y ver que algunas asociaciones civiles, están haciendo algo, están poniendo su granito de arena para tratar de hacer un mundo diferente.

Es el caso de la “Casa Hogar del Anciano Jesucristo Obrero A.C.”, que, después de una historia de 10 años de generosidad de los colonos, se logró construir un edificio para acoger a esos ancianos que en estado de abandono, no encuentran un lugar, un espacio donde sean atendidos.

Enclavado en plena colonia de la Tuzania, en Zapopan, esta Casa Hogar, dirigida por el Padre Lalo, se suma, como otros asilos, no sólo a crear un albergue para ancianos, sino que en su filosofía se han puesto en la mira que los residentes tengan una reintegración con sus familiares. Buscan que los familiares los visiten, que cada cierto periodo los lleven a pasear, que convivan, etcétera.

Creo que juntos tenemos que apoyar este tipo de causas, estas acciones que ciudadano, unidos como vecinos, como colonos están fortaleciendo esos lazos con sus ancianos, que busquen que tengan una vejes con dignidad.

Como sabemos este tipo de causa, genera gastos, en este momento la Casa Hogar del Anciano Jesucristo Obrero, como algunas más, se encuentran con un déficit, y están organizando varias actividades para recaudar fondo.

Están organizando para el próximo 22 de septiembre una Noche Mexicana, donde estará la voz suave de México, Dina Buendía; el comediante Manny Manuel, y la voz gemela de Lucha Villa, Minerva Villa, que pinta para una gran noche. Los invito a que adquieran sus boletos para este evento, así podemos contribuir a esta causa.

Otra acción que realizan y me parece que esta podemos apoyar con mayor claridad, se trata de integrarse o inscribirse en el grupo denominado Amigos del Asilo. Se trata de comprometernos con depositarles una cantidad mensual, por pequeña que ésta sea, sumará, y de poco a poco estaremos contribuyendo a un proyecto que dignificara a un grupo de ancianos. Toda la información la puedes obtener en su página web www.hogarancianojesucristobrero.org . Como dice su campaña “Yo soy amigo del Asilo y tú?”

Así como Enrique, ahora cuenta con un espacio y un lugar donde comparte sus historias, pasadas y presentes, podemos ayudar a que las cifras oficiales disminuyan, aunque sea un poco. No creen?

@PacoJuncoN

fjuncon@gmial.com

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