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¿Patriotas o patrioteros?


Por Armando Maya Castro

“Trabaja con gusto, y acabarás sintiendo gusto por el trabajo”. Este refrán popular encierra una gran verdad, y puede lograrse poniendo en práctica la enseñanza que el apóstol Pablo impartiera en su tiempo a los fieles de Corinto: “Todas vuestras cosas sean hechas con amor” (1 Corintios 16:14).

La llegada de la pandemia del coronavirus, que sigue presente en todos los países del mundo, incluso en aquellos que realizan esfuerzos para volver a la nueva normalidad, ocasionó la pérdida de más de un millón de empleos formales en nuestro querido México.

En Jalisco, que es el estado donde actualmente radico, el COVID-19 ocasionó la pérdida de 95,331 empleos formales, una situación a la que el gobierno del estado ha respondido con “resultados positivos que marcan el comienzo de un buen ritmo para continuar con la reactivación económica en la entidad”, señala una nota periodística.

La situación en materia de empleos es difícil en todos los estados de la República mexicana, a pesar de los esfuerzos que realizan la administración federal y cada uno de los gobiernos estatales. Por ello, si usted figura entre las personas que cuentan con un trabajo en tiempos de pandemia, debe sentirse afortunado y agradecido.

Sentirse así es bueno, pero insuficiente. En mi opinión lo que importa es ir más allá de la gratitud y del sentirse privilegiado por tener un empleo en las dramáticas circunstancias en que nos ha colocado el Covid-19, el virus que paralizó prácticamente toda la actividad económica y puso a prueba a la sociedad mexicana, así como a las sociedades de los demás países del mundo.

Se trata de aprender a valorar el trabajo que aún tenemos, dando lo mejor de nosotros en el desempeño de nuestras actividades cotidianas. Hay que amar el trabajo que tenemos y hacerlo de la mejor manera, a fin de que con nuestro rendimiento y productividad podamos contribuir solidariamente a la generación de los empleos que muchos de nuestros compatriotas necesitan.

México tiene necesidad de patriotas que sepan amarlo como el gran país que es. Necesita ciudadanos que se esfuercen diariamente en sus centros laborales para lograr la construcción de una mejor nación y la mejora de sus entornos.

Nuestro país no necesita patrioteros cuyo supuesto amor patrio aparece sólo en septiembre, el llamado mes de la patria, en el que miles de mexicanos que no han procurado el bien de México colocan banderitas en los balcones de sus casas y autos, al tiempo de portar sus sombreros y rebozos, trompetas y matracas para celebrar, como si fueran auténticos patriotas, la independencia de México.

El ¡Viva México! que muchos de ellos emiten la noche del 15 de septiembre no tiene congruencia con su falta de solidaridad y con su deficiente desempeño laboral en el transcurso del año, un proceder que resulta decepcionante para los jefes y demás compañeros de trabajo, y que coloca a tales personas en peligro de perder su empleo, lo que en el actual contexto de desempleo sería verdaderamente lamentable.

Es obligado aclarar que no estoy en contra de dichas manifestaciones ni de las celebraciones patrias, sino de la actitud patriotera de miles de personas que dicen amar a México, pero que no son capaces de demostrarlo con acciones en su día a día.

El verdadero patriotismo implica transparencia, dedicación y honestidad en el trabajo diario, tanto en la presencia de los jefes como en la ausencia de éstos. Implica también el puntual cumplimiento de nuestros deberes ciudadanos y el respeto a las instituciones y autoridades de gobierno, así como la observancia de nuestras leyes como una forma de contribuir al bienestar de los demás mexicanos.

Concluyo compartiendo con ustedes el párrafo de un artículo publicado en el portal del Gobierno de México bajo el siguiente título: “En el mes de septiembre, hablemos de Patriotismo”:

“El patriotismo se manifiesta por los valores claros y bien fundamentados, que desarrollamos al transmitir como ciudadanos conscientes, el buen trabajo, conducta correcta, buenos modales, respeto a las normas y costumbres, demostrando tener siempre una actitud recta y transparente en los diferentes aspectos que se contemplan dentro de una sociedad”.

Estará de acuerdo conmigo, estimado lector, en que esto último es totalmente diferente al patrioterismo, que consiste en alardear excesiva e inoportunamente de patriotismo.

Twitter: @armayacastro

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