Violar la Constitución ya es enfermizo
Sin un pelo de…
Por Sergio Villa Pérez
En México un gobernante debería ser el mejor cumplidor de la vigencia de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pero cuando es el presidente de la república el que con mayor frecuencia y casi de manera enfermiza se pasa por el arco del triunfo los preceptos que la Carta Magna, con el único afán de permanecer en el poder, es un foco rojo que se prende de manera intermitente.
Si bien durante la campaña se dijo que “López Obrador era un peligro para México”, hoy se confirma esa realidad al ver la destrucción que ha provocado su forma de gobernar y de ejercer el gasto público como si el triunfo electoral fuera una patente de corso para gozar del poder a sus caprichos.
Ya en 2005, cuando aún era el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México y por el desacato de una resolución judicial a la que el juez de amparo recurrió a la Procuraduría del Distrito Federal y esta al consignarlo buscó su desafuero, mostro su intolerancia al respeto de la ley y se hizo la víctima, cuando fue el quien se forma caprichosa se impuso a causar daños que generaron esa reacción judicial.
En 2018, cuando ganó las elecciones, López Obrador, al asumir la presidencia de la república el 1 de 1 de diciembre, juró cumplir y hacer cumplir la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; a menos de dos años de dejarla, sus arrebatos y agresiones a los otros poderes de la república nos muestran un panorama complicado para 2024.
Una de las alianzas que más me preocupan es la que ha logrado con el general secretario titular de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval y un grupo de generales que se agrupan en la cúpula de la institución, pero que no responde a los principios de ética, nacionalismo, amor a la patria que se les enseña en el Heroico Colegio Militar.
En cambio este grupo de generales, en activo y jubilados se han dedicado a socavar la estructura administrativa del gobierno federal y hoy los vemos en todo tipo de actividades públicas que les han dejado incontables recursos económicos, sin que tengan la capacidad para atender ese tipo de responsabilidades.
Esa decisión tomada por el presidente Andres Manuel López Obrador dejará al país una carga de personal militar que será complicado destituir ante el posicionamiento que se les ha otorgado, incluso en las últimas reformas realizadas por los zombis diputados se les han otorgado el control de aduanas, aeropuertos, espacio aéreo, mar, costas y más.
Peor aún que al permitir que los militares asuman actividades que fueron diseñadas para civiles violó la Constitución y pretendió culpar a la oposición de no querer al Ejercito, cuando tan sólo se exigió que se respete la ley.
Pero además alrededor de López Obrador se ha constituido una familia que baña la corrupción y arrebata el dinero de los pobres, como se les denunció a sus hermanos, a sus parientes y ahora a los hijos, sobre todo los dos mayores, José Ramón y Andres quienes han aprovechado la línea familiar para recibir el erario público a través de contratos de obra y servicios de manera directa, en el que son auxiliados por sus amigos de la juventud.
Posiblemente sea también la herencia más dañina la que dejan los diputados y senadores de Morena, el partido de López Obrador, que han aprobado reformas a las leyes en una franca violación a la Constitución y con el único afán de cumplir los caprichos de López.
El Poder Legislativo se ha convertido en la rémora del Poder Ejecutivo al apoyar estrategias que sólo tienen como objetivo eliminar a grupos opositores y a organismos autónomos a petición del vecino de Palacio.
A pesar de ese negro panorama es reconfortante que sea el Poder Judicial el que se enfrente a las ambiciones de López Obrador y sea el que detiene ese poder destructor que emana de Palacio Nacional, pero los ataques de chairos y morechairos se multip0lican en las redes sociales con afirmaciones de ignorantes que le dictan desde palacio.
Amigo lector con el único afán de aportar una experiencia positiva la existencia de nuestro país lo llamo a no dejarse engañar, López Obrador nos quiere aplicar la misma receta de la campaña de 2018 y en una clara violación a la Constitución ha iniciado la campaña por la presidencia y el control de las cámaras: Senadores y Diputados.
Exige votos a todos los que reciben los apoyos de los programas sociales, a lo que nadie está comprometido, como ciudadano no tenemos la obligación de votar como él quiere, tenemos el derecho y la obligación de votar en conciencia y si nos sobra un poquito de conciencia no permitamos que obtenga más diputados y senadores que le den la mayoría, es más debemos evitar que Morena siga en el poder.